Es conocido que determinadas frecuencias de sonido llegan a alterar el comportamiento de las personas. Las altas frecuencias son asociadas a comportamientos de estrés, euforia y agresividad y las bajas frecuencias con relajamiento y espiritualidad. Ya que los sonidos y los ritmos alteran nuestras mentes. Bueno en Estados Unidos e Israel algunas empresas han fabricado estos sonidos que imitan a las drogas comunes
Estos sonidos no son tan poderosos como las drogas comunes, y por ello necesitan ser escuchados durante un tiempo (15-45min) dependiendo de la persona.
Estos sonidos se presentan en forma de canciones, muy largas y repetitivas. Sus melodías son ínfimas y prevalece el sonido repetitivo y lisérgico, como si se tratara de un mantra oriental. Pueden tener elementos de percusión o presentarse sin ellos y a veces sonidos grabados directamente de la naturaleza. Pero lo que más encontramos son sonidos creados a partir de frecuencias que afectan directamente a partes de nuestro cerebro. Estos sonidos no son muy agradables y se parecen más a un ruido parasitario o estático que un sonido bien timbrado.
Son composiciones que deben escucharse con auriculares para que surja el efecto. Con los auriculares podemos escuchar sonidos binaurales, o sea diferentes para cada oído. Estas diferencias pueden ser de tiempo, retrasando un sonido para un oído, o de intensidad, haciendo que se escuche más bajo de volumen en un oído respecto al otro.
Los sonidos parásitos”expresamente creados para la composición y con una escucha binaural, un espectro sonoro diferente para cada oído, conseguimos el efecto parecido a los narcóticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario