jueves, 21 de julio de 2011

El punk y su significidado politico~ parte 3

La negación
Había un componente de negación del espectáculo a través del propio espectáculo (o del rock). El guitarrista Steve Jones alucinaba con ellos mismos: “¡Ojalá pudiera vernos!”. Joe Strummer, vocalista de “The Clash”, la segunda banda punk aunque más sofisticada, en un concierto del 76: “Ya es hora de que el público participe. Quiero que todos vosotros me digáis exactamente qué estáis haciendo ahí”.


The SlitsThe Slits”, un grupo punk femenino que debutaron el 11 de marzo de 1977, invitaron al público a ocupar su puesto en el escenario mientras ellas bajaban a bailar.

Pero realmente los Sex Pistols y todo el punk fue una posibilidad comercial mezclado con el escándalo publicitario. Fueron una estrella fugaz: el 4 de noviembre del 77 hicieron su última canción, y dos meses después su último concierto en San Francisco, dondeRotten acusaría a McLaren de ansia de dinero y fama, y de traicionar lo que representaban los Sex Pistols.

Pero no representaban nada. No se puede negar al sistema porque, o funcionas en él o lo que creas se convierte en sistema. Cuando reaparició 30 años después, Rotten ya no disimulaba (ni tenía 18 años), su gira se llamó “Todo por la pasta”.
Un ejemplo es el montaje “indie”: heredero del punk y el garaje-rock; todas sus productoras han sido compradas o creadas por multinacionales (a quienes no les importa de qué sacan sus beneficios). Música “alternativa” que propicia pingües beneficios a las grandes corporaciones.

Lo mismo ocurre con su aspecto estético: las grandes marcas se han apoderado de descosidos, rotos, cremalleras y garabatos. La moda no incomoda.
Hoy no puede hablarse de post-punk, es un término prohibido, pero lo cierto es que el “sturm und drang”, “el ruido y la furia” que fue, influyó en las posibilidades posteriores, aunque lo que vino después fue una reacción: la “new wave”, que era elitista y sofisticada, surgida de la cultura de club.

Para lo que sirvió el punk fue para llevar al extremo el rock, pero al hacerlo quedó al descubierto su impostura: la pretensión absolutamente falsaria de ser una propuesta social, una forma de vida, una comunidad. Sólo hay negocio y espectáculo, ilusión y estética.
Nada mejor que la aparición del punk cristiano para ilustrar esa conexión entre música y política, entre lo cultural y su utilización, iniciada en la época hippie, los felices y falsos 60.

El punk cristiano existe

Punk CristianoEl punk cristiano de habla inglesa tiene su festival en Cornerston Music, en Chicago, congregando 30.000 personas. Pero su mejor expresión está en otros lugares, como webs chilenas, donde se presenta como punk-cristiano, todo un hallazgo estético, y con polémicos artículos como “La Biblia y los tatuajes” o “Groserías bíblicas”, que demuestran la pugna por conjugar un estilo musical radical con la enseñanza religiosa.
Lo más sorprendente es la “Biblia Negra (Profecía a los empresarios católicos chilenos de derecha -y a los de izquierda también-)”, con declaraciones como esta:
Santiago 5.

1- Ahora escuchen, ustedes los empresarios:¡lloren a gritos por las crisis que se les vienen encima!
2- Se ha podrido su capital, y sus chequeras están comidas por la polilla. 
3- Se han devaluado sus cuentas bancarias. Esa pérdida los acusará y consumirá como fuego sus cuerpos. Han amontonado dólares en estos últimos tiempos. 
4- Oigan cómo clama contra ustedes los sueldos e imposiciones no pagadas a los empleados que trabajaron en sus empresas. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso. 
5- Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza. 
6- Han abusado y despedido injustamente a quien no se podía defender.
Está enlazada con la también chilena “Pateadura Nacional”, con un buen panorama de grupos de rock cristiano en Chile. A su vez enlaza con “Pateando gusanos en la fosa común. El portal de la chacalidad” en cuya portada se incluye la siguiente advertencia: “Este sitio no es apto para cardíacos y está prohibido para religiosos de cualquier tipo”.

Es una característica del punk cristiano o de las ramas más extremas del rock cristiano: su oposición a la Iglesia oficial y su vindicación de un “mensaje original” de Jesús. La visceralidad de la postura va acompañada de la radicalidad de la estética.
Y tiene audiencia. Un artículo de esta última web reproducida de “Sonicaster” ponía en duda la oportunidad y decencia de la música secular cristiana, por “pagana e influenciada por Satán”. Tuvo 438 airadas respuestas.

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