En el origen fue el punk
Como invento, el “punk” (“desecho”) no es británico, es norteamericano, en concreto neoyorquino. El montador de todo, el promotor musical y propietario de la tienda “Sex” en la londinense King´s Road, Malcom McLaren, drogadicto, había sido el representante de los “New York Dolls” durante una breve estancia en los Estados Unidos en 1974. Contando posteriormente cómo empezó esta aventura diría que se reía de lo malos que eran tocando, pero que se sorprendió de que no le importara. Ese fue el nacimiento del punk.(Como inciso diremos que esta parece ser una característica de la música británica: adaptar con éxito ritmos de otros lugares. Quizá sea porque el éxito y la hegemonía del pop británico, “britpop”, mata cualquier otra música local).
La música punk simplemente rechazaba la tradición blues del rock, la estructura armónica de los tres acordes, acentuando todos los tiempos, con lo que se da la sensación de que no hay tiempos. (“The Ramones” en su etapa punk batirían el record de canciones por minuto).
Finalmente encontró a Johnny “Rotten” (“podrido”) en su tienda en 1975, donde vendía objetos sexuales sado-masoquistas y ropa. Al ex-estudiante de arte y ex-militante de Mayo-68, McLaren, le hizo una prueba en un “jukebox” con la canción de Alice Cooper “Eighteen”.
Un mercader llamado McLaren
Como ya se ha citado, McLaren descubrió a los “New York Dolls”, les adoctrinó en el valor de la negación y la fealdad, les puso el ridículo nombre de porno-show y les buscó un lugar para ensayar.
A Glen Matlock, el primer bajista, también ex-estudiante de arte y dependiente de sex-shop, lo expulsaron porque sabía tocar, y los otros no, y de eso se trataba, de amateurismo puro. Adoptaron a Sid “Vicious”, un drogata que terminaría asesinando a su novia en un hotel y que se convertiría en el icono punk por excelencia.
El punk comenzó por lo tanto como una moda, como una falsa cultura disponible para su venta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario